Aprovechando la expansión colonial de
la época, y los motivos ideológicos argumentadas por los países
colonizadores; Conrad ,en su obra “El
corazón de las tinieblas”, deja patente la apreciación que tiene sobre la
dualidad animal-hombre del ser humano. Según su obra, existe lo que él denomina
“sombras”, o “tinieblas”. Estas tinieblas no son otra cosa que un reducto del
salvajismo y la parte animal del ser humano, que pueden actuar directamente
sobre la persona, pero solo si se ve expuesto a ellas. La obra toma
precisamente su título de la procedencia de estas sombras.