La colina
Francisco Díaz Valladares
Edelvives
La dictadura de las apariencias sociales y lo traumático que puede
llegar a ser defenderlas cuando se es miembro recién llegado de una supuesta
élite, desencadena que una familia, que parece unida e ideal en su nuevo rol
social, tenga que tomar decisiones, alejadas de toda humanidad, a nivel
individual y como grupo, cuando se rompe una regla, y la que se rompe es que la
joven Lucía está embarazada.
Está embarazada y pronto se dará cuenta que también está
sola. Deberá decidir por ella y decidir también por su hijo que, casi escapando
de casa, salva cuando su padre decide que lo mejor para todos es que aborte.
En un primer momento se marcha hacia la casa de un familiar
en Tarifa, con una tía lo suficientemente lejos, donde podrá tener el niño y su
familia no verá cómo engorda a la vez que tenga que dar explicaciones a su
nuevo e importante círculo social.
Tras un paso difícil trabajando en un restaurante de
carretera, cuando se quedó allí en vez de ir a casa de su tía, conoció a
Arturo, donde en su casa, en una colina cerca de Marbella, cambiará su vida y
la del hijo que nazca cuando trabe amistad, no sólo con Arturo, sino con sus
curiosos y adorables convecinos.
Un padre y una hermana en su papel de ofendidos; una madre que
nada a dos aguas; un empresario sin escrúpulos; ellos son el contrapunto a la
nueva vida de Lucía, que no permitirá que aquellos que decidieron aliarse para
acabar con la vida de su hijo se salgan con la suya.
La historia fluye empujada por los acontecimientos de manera
natural, en algunos momentos rozando los límites de la verosimilitud, pero sin
abandonar la intriga página tras página. Un lenguaje correcto y asequible hacen
que su lectura sea entretenida, a la vez que permite al lector hacer pausas
para reflexionar tras abordar algunas decisiones sorprendentes que han de tomar
los protagonistas.
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