martes, 23 de julio de 2013

Don Carlos, Infante de España.

                                                    
Don Carlos es una de las obras más famosas y polémicas de la producción dramática de Schiller. Se trata de un drama político ambientado por el autor en la común y conocida historia del infante Don Carlos, hijo de Felipe II que sufrió varias deformidades, intentó atentar contra su padre, se enamoró de su madrastra, y conspiró contra el reino que iba a heredar por la liberación de los Países Bajos.
El Carlos original, príncipe de Asturias y señor de España y Portugal, nació en 1545 de Felipe II, y su primera esposa, María Manuela de Portugal (que murió en el parto). Este nacimiento era un alarde y gran ejemplo de la endogamia de los Austrias, pues Felipe y María Manuela eran primos por partida doble, es decir, los padres de ambos ya eran primos entre sí y respecto a los otros. Nació cuando tenía Felipe solo 18 años, por lo que durante su infancia no vio a su padre, por estar en su período más prolífico de estancia en guerras y control de asuntos exteriores, y fue criado por su tías hasta 1559, creciendo malcriado y mimado según el cortesano Gramiz. A su infancia se atribuyen escenas en las que cegaba caballos por diversión, linchaba a criados, y en general maltrataba animales. En 1560 fue nombrado heredero y mandado a estudiar a Alcalá de Henares, donde residió por su espíritu enfermizo. 
Allí sufrió un accidente al caerse por unas escaleras y golpearse la cabeza. Al no mejorar de su accidente se decidió realizarle una trepanación (operación quirúrgica que consiste en agujerear el cráneo para tratar neurosis y enfermedades psíquicas), que le trajo secuelas mentales y físicas, pues uno de sus hombros era mayor que otro, desarrolló joroba, y le quedó una cojera por tener una pierna más larga que otra. 
Felipe II intentó hacerle entrar en las cuestiones de gobierno, y de hecho llegó a prometerle la gorbernación hasta su coronación de los Países Bajos, y pactar su casamiento con María Estuardo; pero la incapacidad para cumplir con sus funciones, y la crueldad que seguía mostrando  Carlos hizo que le fuera denegada toda responsabilidad. Cuando su padre envió al Duque de Alba a mitigar las revueltas de los Países Bajos, Carlos empezó a colarse en reuniones de estado, hacer tratos con los líderes rebeldes de la zona, rondar a su madrastra, la Reina Isabel de Valois, y burlarse en la Corte de su padre. Le contó sus planes con los insurgentes a su tío Juan de Austria, que se lo contó al rey, y fueron atrapados los insurgentes y puesto Carlos bajo sospecha. Nuevamente trató Carlos de entablar relación con los secesionistas de los Países Bajos, a noticiárselo al Príncipe de Éboli, y está vez sus planes de asesinato de Felipe II al prior del Convento de Atocha. Ambos se lo contaron al rey, y este hizo encarcelar hasta su muerte a Carlos. 
En su celda amenazó con suicidarse, pero no contaba con cuchillos, así que inició una huelga de hambre que no llegó a acabar, y para protestar nuevamente inició un proceso contrario, comer de forme exagerada. Se cree que fue este el motivo de su muerte. También se especula que pudo ser mandado asesinar por Felipe II.

Luego está el Carlos que la obra, cuya historia inicia en Alcalá de Henares, al volver el rey del extranjero. Sobra decir que no es presentado en absoluto como en la realidad fue, sino todo lo contrario, un jevon prometedor y esbelto dado al amor y la preocupación, ejemplo perfecto del joven romántico. 
El punto de arranque de la narración es su encuentro con su madrasta, Isabel de Valois, en el que le expresa su amor por ella, y la creencia de que el rey no la ama. La reina logra convencer al joven príncipe de que centre su amor a la humanidad, y lo ejerza sobre sus súbditos haciendo alarde de libertad e igualdad; plan que pretende poner en  marcha en el territorio prometido, los Países Bajos, y posteriormente en el reino de España, y por ende obligar al resto de monarcas a cumplirlo, amén de dar ejemplo al anticiparse dos siglos a la historia. 
Con motivo de las revueltas en los Países Bajos, y el parecer violento y absolutista con que es retratado Felipe II, es enviado en lugar de Carlos el Gran Duque de Alba, que proponía una solución más relacionada con la reprimenda total por parte del ejército(hecho real, pues el conocido como uno de los mejores generales de la historia llegó a mandar ejecutar de golpe a más de 4.000 personas, e incendiar ciudades enteras, incluso se ganó el apodo de Duque de Hierro, y se asustaba con su figura a los niños). Con motivo de este nombramiento de Gobernador del territorio al Duque de Alba, y para evitar la masacre de sus habitantes toma contacto con los insurgentes para ser nombrado rey del territorio independiente antes de la llegada del Duque, a la vez que siguen las relaciones con su madrastra al malinterpretar una carta de su hermana, enamorada de él, y que creyó ser de la reina.
Finalmente su plan es descubierto por el Inquisidor real, y es detenido tras una discusión sobre el asunto con su padre, por ambas cuestiones, sus amoríos, y su intento de traición. 
Esta obra de carácter romántico es entendida como una llamada a la libertad, que fracasa por la intolerancia, y no en último término, por la incapacidad del gobernante para aceptar los cambios que se están produciendo en el desarrollo histórico y social, sino por su vivo deseo de mantener el estatus quo en el que mantiene todo poder y priva de libertad al resto de seres, sus siervos. 

                                                           
                                                         Retrato de Friedrich Von Schiller. 


Johann Christph Friedrich Von Schiller (1759-1805), dramaturgo, poeta, historiador y esteta alemán, es, junto con Goethe, la figura literaria más importante de la época, y junto a él, el mayor representante del clasicismo de Weimar. A su vez es uno de los mayores precursores del romanticismo alemán, haciendo en toda su obra exaltación de la libertad, la justicia y la igualdad social, amén de la pasión, entusiasmo, subjetivismo y sentimentalismo del movimiento. Entre sus obras cabe destacar también ``Guillermo Tell´´, la historia del encarnizado luchador por la justicia y la liberación de Austria a la vez que el irrefrenable amor por sus hijos (aunque autores contemporáneos como Dalí vean en su figura y su famosa escena del asaetamiento de una manzana posada sobre la cabeza de su hijo la figura del despotismo paternal y la utilización de la prole para fines propios.), que sirvió de inspiración a autores posteriores del romanticismo, que versionaron la ya conocida leyenda. Y desde luego inmortalizado por Rossini en su ópera: 



Pero no fue Guillermo Tell la única obra de Schiller llevada a la ópera; Don Carlos, Infante de España fue posteriormente adaptada por Verdi, que la usó en su defensa del nacionalismo italiano. Es la obra de Verdi con mayor número de modificaciones por autores posteriores. 

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