El Gran Gatsby I

Esta novela de F.Scott Fitzgerald se ha ganado con el paso del tiempo el calificativo de clásico dentro de la literatura estadounidense, y esto lo hace gracias al preciso retrato social y crítica del momento que supone esta obra a uno de los períodos más destacables  del siglo pasado: los felices años veinte. 

La obra aparentemente no presenta un argumento resaltable: Nick, el protagonista, se muda a una localidad cercana a N.York con el fin de triunfar en la bolsa, y una vez allí se empieza a relacionar con una serie de personajes en torno a los cuales girará la acción: el matrimonio Buchanam, compuesto por Tom y Daisy, su prima; el matrimonio Wilson, compuesto por George y Mirtle; la joven Baker, y El inolvidable Gatsby.  Tom y Daisy son familiares suyos que viven por la zona, siendo burgueses exaltados por la Bolsa, pero poseyendo su fortuna desde hace tiempo por sus orígenes familiares. Mirtle es la amante de Tom, a sabiendas de Daisy, que acepta sumisamente su papel de mujer florero y madre ausente entregada a las comodidades de su condición, siendo totalmente despreciada por su marido. Baker a su vez, es una jugadora de golf profesional que circula entre todos los personajes como el símbolo de estatus que supone relacionarse con deportistas profesionales, que al estar tanto en los círculos del matrimonio  Buchanam como entre los de Gatsby, pasará a mantener una relación sentimental con Nick. Y por último Gatsby, el misterioso vecino de Nick, que realiza en su mansión fiestas diarias en las que hace derroche y alarde de su situación financiera y social, pero que aparece rodeado por un constante aro de misterio, pues nadie sabe de dónde sale su fortuna, o quién es. Durante sus fiestas, entra sus celebres invitados circulan rumores en los que se plantea que sea sobrino de Guillermo II de Alemania, Gánster o incluso buscatesoros. A un punto de la acción, Gatsby le confesará a Nick que está enamorado de Daisy,con la que estuvo comprometido antes de adquirir su fortuna, y pide su intercesión para arreglar un encuentro con ella, lo cual desencadenará el grueso de la novela. 

Se puede analizar esta novela por la gran historia de amor que encierra, aspecto en el que se centra su adaptación cinematográfica; pero si realmente destaca por algo es por el crudo reflejo de la sociedad estadounidense en su crítica a las diferencias clasistas, el poder del dinero, y la frivolidad de la propia sociedad. 

Cartel promocional de su adaptación al cine en 1975.

 Dentro del análisis de los personajes, y que evidencian la realidad de la época se encuentra claramente un punto común: el miedo de los sujetos a la intimidad; verdadera preocupación porque sea descubierta su verdadera personalidad, y esto no es por otro motivo que no sea que su identidad no es más que el corrupto resultado de las convenciones sociales, las vanidades subvencionadas por el dinero, y los lujos innecesarios ante los que se esconden para evitar ser descubiertos. Por ejemplo, Daisy acepta sumisamente el hecho de que su marido, Tom, tenga una amante porque así no tiene que intimar con nadie, socialmente tiene un marido y está casada, pero en la intimidad esa relación no se basa más que en vivir en el mismo edificio. Tom, a su vez, mantiene diversas amantes para mantener su ego masculino, asociado a un personaje descrito como "el típico joven acostumbrado a conseguir lo que desea sin mucho esfuerzo, y con una expresión corporal que parecía decir <>´´, y que logra a su vez mostrar cierta posición social con estas relaciones extramatrimoniales. Pero por encima de todo, estas amantes no serán más que la excusa que pondrá para eliminar todo acercamiento a su persona; por parte de su esposa por el desprecio y rechazo que le tiene por sus aventuras, y por parte de sus amantes porque mantiene con ellas relaciones breves y distantes, basadas en sustentar los caprichos de sus queridas, que suelen ser de clase inferior, y notoriamente ordinarias. Gatsby por su parte no permite que nadie se acerque a él ni a su personalidad, ni siquiera la persona de la que está enamorado. Y para evitar esto llega a inventarse un nombre, origen, y en suma, una persona completa que se ajuste a sus fines. Nick no es una excepción de esta tendencia, llega a decírsenos que si fue a parar a Nueva York es porque escapaba de una relación amorosa en su ciudad de origen, en el Oeste, que parecía evocada a una boda. De hecho, en cuanto ve que la relación que mantiene con Baker pasa a un estadio mayor decide cortarla por lo sano; pero no lo decide solo él, sino mutuamente y con una indiferencia sumamente destacable.

¿Y por qué este miedo de los personajes por ser conocidos? Simple, ellos se conocen y se desprecian, y saben que si ni siquiera ellos se soportan, mucho menos lo podrá hacer aquel que les conozca, por mucho que esa persona también sea la ignominia personalizada. Y ese desprecio que se tienen a sí mismos viene directamente determinado tanto por sus estilo de vida vacío y banal, que les vuelve a ellos de esta forma, como, y por encima de esto, por las acciones que llegan a realizar como consecuencia de esta forma de ser. Llegan a ser indiferentes al asesinato de sus amigos y a practicarlo o permitirlo, provocan la muerte de diversas personas solo con el fin de cumplir sus objetivos, etc.

Pero la crítica de Fiztgerald no se detiene en retratar el vacío existencialista que existe en los miembros de la sociedad estadounidense en ese período de bonanza económica; sino que supera ese nivel a base de sobresaltarlo y analizar de su deducción la sociedad en la que se mueven estos personajes despersonalizados, que buscan en las fiestas y los eventos sociales la forma de no tener que enfrentarse a la realidad de su vergonzosa personalidad. 

F.Scott.Fiztgerald.

Al realizar este estudio se encuentra con una sociedad perfectamente estructurada y jerarquizada. Si bien todos los hombres son iguales, hay hombres que son más iguales que otros, y por ello aprecia tres estamentos cuya movilidad es bastante alta, pero de los que siempre quedará un reducto: antiguas familias ricas, nuevos ricos y clase media. Cada una de estas clases ambicionará superar su nivel y pasar al superior; pero los nuevos ricos no se juntan con la clase media, ni las familias de riqueza antigua con los nuevos ricos. Pese al fuerte intento de los miembros de la sociedad por establecer un barómetro por el que cada uno pueda ascender socialmente en  pos a su esfuerzo, la sociedad vuelve a regularse por sí misma en castas jerárquicas, y el dinero ya no es suficiente para estar en la cima, pues las antiguas familias siguen ostentando el poder real. Esto queda demostrado en la figura de Gatsby, un miembro de la clase media-baja, que se enamora de un miembro del estrato superior, las familias "nobles", y decide abandonar su pasado y su vida por completo para poder llegar a fingir que forma parte de su clase, y no solo ante ella, sino ante la totalidad de la sociedad, para mostrar que es DIGNO. Pero es descubierto, e inmediatamente ridiculizado. Pasan a cesar las fiestas en su casa, y cae en la más absoluta soledad, le ignorarán todos. 

Marlon Brando en la épica adaptación cinematográfica de "Un tranvía llamado Deseo"

Y por último, aunada a la figura de Gatsby aparece una feliz contraposición a uno de los ideales literarios propios de la época, mostrados en gran parte de la literatura estadounidense de primera mitad de siglo en obras como "La gata sobre el tejado de cinc", o "Un tranvía llamado deseo", de Tenesee Williams. Ideal literario que no es otro que la figura del fuerte que aplasta al débil si este se interpone en su camino, el hombre capaz de superar todo obstáculo solo porque él es superior a toda situación. No es que si quiera pueda, es que si lo quiere, lo toma. Y en contraposición a esta idea aparece Fitzgerald para recordarnos que no, que por mucho que queramos, no podemos; que el fuerte no aplasta al débil, por el mero hecho de que no hay nada más fuerte que el origen: eres lo que eres, te guste o no, y no intentes cambiarlo porque si has nacido en el lodazal del mundo y la sociedad será por que es tu lugar.